El engaño es mi mayor perversión

Imagino a mi mujer engañada o sin saber que está siendo cogida por desconocidos. En algunas de mis fantasías está drogada, o está oscuro y no sabe inmediatamente que soy yo. Puede estar borracha de alcohol o con los ojos vendados y a merced de quien sea. Me excita que la llenen de semen en sus momentos más fértiles y que se despierte pensando que acabamos de tener sexo vigoroso. Ella no se daría cuenta de que no es mío hasta que diera a luz y el bebé fuera mucho más oscuro que yo. Lo pasaríamos como una historia de que estábamos borrachos y ella, sin saberlo, tuvo sexo con otra persona, pero yo sería plenamente consciente de que sucedió. Estoy duro todo el día por esto y me preocupa que pueda cruzar la línea y permitir que suceda.

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